miércoles, 12 de diciembre de 2012

“12.12.12”















Desvanezco hasta el suelo, inerte, obnubilado,
donde unos brazos amigos amortiguan
la caída libre donde hace semanas
no pude ni tan siquiera decidir.
 
Ser consciente de la gravedad, única, exclusiva
y forzosamente cuando dejas de sentir
un cuerpo, castigado más por pensamientos
que por vicios que ni hay ni son.

Somatizo una a una, como fallas tectónicas,
las cronológicas decepciones dejando
a la deriva un corazón mutilado
cuando ya echaba a volar.

Ya no hay fantasmas tras una llamada
o al sentir una vibración sobre la mesita
en esas noches donde un ilegítimo
y plácido sexo derribaba fronteras…

…enmudecía las dudas, detenía el tiempo,
vaciaba mis fuerzas , arrancaba ropajes,
despertaba a vecinos, oprimía excusas,
se ocultaba en las calles, erizaba la piel.

No hay más que evolucionar sin Darwin
ni selección natural adentrándonos
en oscuros, fríos y estúpidos aparatos,
orgullosos por descifrar la ecuación.

Pasillos largos, blancos, asépticos,
miedos ensalzados por la soledad,
por no querer preocupar ni dañar
a quién me cree un Superhéroe.

Mi cabeza me muestra señales
que definen que un insignificante
rasguño en mi talón de Aquiles
me puede dejar temblando.

Quedo a la espera y no llegan
las fechas que lejos de celebrar
me recuerdan que la suerte
se esfuma al volver la esquina.

(12.12.2012)

1 comentario:

  1. El dolor es sólo el recuerdo de tu alma diciéndote que estás vivo. ;)

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