miércoles, 27 de abril de 2011

“Adivina adivinanza”















Mamífero carnívoro con colmillos,
hocico puntiagudo, orejas largas.
Prominente cola, vista y olfato vivo,
uñas y vergüenza afilada.

Mujer de gran viveza y habilidad,
que ejerce sus encantos mañosamente.
Normalmente para abusar
de cualquier hombre inocente.

Pelaje poblado, tirando a rojizo,
captora de gallinas.
Tras las sombras desarrolla su oficio,
dilatada y mezquina.

Dudosa reputación, arpía y pelleja,
raposa, vulpeja, lagarta.
Pécora, candonga, una cualquiera,
astuta, rabiza, pájara.


(27.04.2011)

“To’ lo que se menea”






















Tú que andas por todos los bares,
yo que sólo escribo a camareras.

Tú que los tienes a pares
y te follas a to’ lo que se menea.


Llegará el verano y te regalarás,
no tendrá precio tu cabeza.
Una presa a la que atacar

con las bragas por bajeza.


Y después…la misma cantinela,
“no me respeta ni el Tato”.
Yo quiero un novio que me quiera
y no para pasar el rato.


Pero eres tú la culpable,
según te comportes te tratarán.
No habrá quien te aguante
para algo serio de verdad.


Tu bagaje, gran carga a la espalda,
siempre te tomarán por juguete.
‘Hoy llamo a esta, siempre tiene gana,
a ver si echo un buen casquete’.


(27.04.2011)

“Dos puntos”



Puto insomnio, putas pesadillas,
putos pensamientos…¡Putas!
Levanto mis alas malheridas
para alcanzar las tuyas.

Nunca vas a ver lo que tienes…
excepto cuando lo veas marchar.
No vas a encontrar en otras pieles
la parte complementaria a tu paladar.

Idiotas hay hasta en la sopa,
tú eliges si quieres bañarte en fideos.
Estas son las reglas, no hay otras,
rotas yo no las quiero.

Comunicación y respeto,
ni busco ni pretendo otra cosa.
Sinceridad y esfuerzo,
sin mentiras ni gordas.

Ya ves lo que ofrezco y como soy,
ahora tú piensa y compara.
No voy a dar más de lo que doy
porque lo que doy ni tú lo esperabas.

No me bajo más los pantalones,
se acabó la ley del embudo.
¿Quieres que saque cojones?
hasta aquí he llegado, dos puntos.

(27.04.2011)

miércoles, 20 de abril de 2011

"Un buen trabajo"














Date la vuelta que estoy despierto
y no soporto oírte llorar,

que en la cama somos un trueno,
una tormenta a punto de estallar.

Ya no soy el malo de la película
ni tú ese dulce final.

Me relamo con cada partícula
y nada tenemos que ver con los demás.


Sólo se me levanta por ti.
Ya tendrás tiempo para dormir.

La energía que gasté en odiarte
la estoy invirtiendo en tu sexo.
Ahora somos punto y a parte,
retales del final de aquel cuento.

Voy a hacerte el amor,
acariciarte lento con mis dedos.

Te arrancaré el corazón…

Empiezo a comerte de arriba abajo,

aniquilándote el cuerpo.
Paso mi lengua, ¡Un buen trabajo!,
vas a terminar echando fuego.


(20.04.2011)

martes, 19 de abril de 2011

“La Gata y el Ratón”















Jugando a esconderme encontré
las ganas de ser como un gato.
Ahora sólo me tomo el café
con tus garras y mis arañazos.

Vamos a tener que insonorizarnos,
si seguimos así nos echarán los vecinos.
¡Desnúdate!...que yo voy a abrocharnos,
hay madrugadas que son un peligro.

Me llevaron a ti tus caderas,
nos perseguimos como ratones.
Se está mejor si te acercas
subida a tus tacones.

Cualquier rincón nos sirve de coartada,
entra tú primero que ahora te sigo.
Intenta estarte callada
que estoy encerrado contigo.

Todos los días tienen un instante
donde me jugaría la primavera.
Sin embargo si te tengo delante
le ganas a cualquiera.

Pago mis deudas con vacío,
no tengo nada con qué barajar.
Amarga pirueta, lanzador de cuchillos,
ratón magullado, gata bipolar.

(19.04.2011)

jueves, 14 de abril de 2011

“Mis caras”



¿Por qué no sales a la calle…?
el aire no está en crisis.
No obvies los detalles
y súbete a la bici.

Quiero subrayar el presente,
abuhardillar las cosas del pasado.
No torcer el gesto siempre
que algo no sea de mi agrado.

No hay nada peor que creer
en quien sabes que te defraudará…
sólo hay una cosa mejor y es saber
que aprovechará la oportunidad.

Es fácil, estar bien depende de uno,
aunque ir de la mano no importa.
Yo que no daba ni un duro
ahora deshago las sombras.

No soy tan bueno como parezco…
y si no lo parezco ya os lo digo.
Entre fingir o parecerlo
me basta con serlo.

(14.04.2011)

martes, 12 de abril de 2011

"La Gata Negra" (Capítulo 13)


Ninguno de los dos lo propuso. Las cosas siguieron su curso natural y casi sin darse cuenta se vieron envueltos en esa idea. Camino a casa, sobre todos los tejados que encontraron a su paso fueron caminando lento como si ambos estuvieran nerviosos por llegar - aparentemente, más ella que él - o como si quisieran disfrutar de ese momento sin pensar en el siguiente.

Aunque la Gata Negra había estado hablando toda la noche con Damián aun desconocía de dónde era, si tenía familia, a qué se dedicaba…y aunque seguía prefiriendo sentir lo que sentía a conocer lo que quería, no pudo evitar volver a preguntarle ante lo que él respondió:

- Mira Gata, debes comprender que soy un gato solitario al que le gusta disfrutar de la soledad y a quien le cuesta hablar de sus cosas. No es por timidez sino simplemente por protección. No acostumbro a hablar de mi, o al menos de aquellas cosas que sé que pueden ser utilizadas para hacerme daño…supongo que lo entenderás.

Poco a poco, Damián fue explicando algunas de las causas por las que se sentía más cómodo hablando de sus letras, sus anécdotas y sus viajes, que de su vida.

- Desde hace tiempo y por diferentes causas, he ido cambiando periódicamente de ciudad. Nunca me sentí identificado con un único lugar y comprendí que nacionalismos y patriotismos se curan viajando. He aprendido a exprimir el jugo de todas las calles por las que he caminado, he guardado en mi memoria cada rincón de cada escondite, cada sonrisa que me regalaron…he escrito mis sensaciones y las sensaciones que percibía de los gatos y gatas que me rodearon…y siempre lo he hecho solo.

Damián cada vez daba más detalles de su hermética vida pero siempre sin sobrepasar la superficie.

La Gata Negra se estaba dando cuenta de que acceder a ciertos compartimentos internos de Damián iba a ser muy complicado y así llegaron a casa…

Paradójicamente, la Gata volvía a cambiar su modus operandi. Siempre que acababa yéndose con un gato lo hacía a casa de él para poder marcharse cuando quisiera y sin dar explicaciones pero esta vez, tanto por las características de Damián como por su no haber caído en la cuenta, llegaron a su casa.

Todo parecía ir bien y así fue. Todo parecía estar saliendo como los dos esperaban que saliera, y aunque la Gata no podía quitar de su cabeza todas esas incógnitas que el aura que rodeaba a Damián le despertaba, decidió dejarlo pasar durante unos instantes…unas horas.


Se sentaron frente a unos cuadros que la Gata pintó hace unos años. Cuadros que sobre lienzos ya casi amarillentos por el paso del tiempo gritaban todos los miedos que ella podía tener…o todas sus pasiones. Sentados frente a ellos y frente a la chimenea recién prendida dejaron que el silencio tomara su parte de protagonismo.

Damián los estuvo observando durante un rato mientras ella preparaba unas tazas de té. Posiblemente pensando que esa Gata fría, calculadora, distante, frívola…esa gata superficial y materialista, guardaba cosas tan interesantes y profundas que hasta ella misma se avergonzaba de mostrar.

Siguieron hablando…ninguno de los dos sabía que hora era o al menos no quisieron darle importancia.

La Gata no dejaba de pensar en la voz de Damián, en su pelo negro, brillante y suave, en sus movimientos, su olor…todo en su conjunto era como un reclamo, como un anzuelo que por un lado no quería morder pero por otro deseaba con tanta fuerza…

Hasta ese momento, la curiosidad que le despertaba Damián nunca había sobrepasado ciertos límites, pero el alcohol y los enigmas que lo rodeaban habían despertado en ella ese interés que tanto tiempo había pasado sin volver a sentir. Sin volver a necesitar. No era sólo un interés superficial o sexual como otras veces había tenido, esta vez nada tenía que ver con eso.


Allí sentados, en uno de esos silencios que a ninguno de los dos parecía incomodar, a la Gata le vino a la cabeza lo que había sucedido días atrás en la ciudad en relación con los asesinatos y tuvo la tentación de preguntarle sobre aquello pero no se atrevió. Sin embargo, y habiendo pensado más de una vez que él podría estar relacionado con aquello, en ningún momento se sintió insegura. Era algo extraño lo que el gato le hacía sentir.

Por una vez no notaba que la quisieran para aprovecharse de ella. Por una vez parecía no haber un interés oculto. Las palabras de Damián parecían sinceras y en todo momento éstas tenían un calor y un respeto inaudito. No la miraba ni la trataba como si fuera una gata cualquiera…todo lo contrario. Escuchándolo hablar lo sentía cada vez más cerca.

La Gata también pensó en lo que Damián le había dicho de camino a su casa:

“No es por timidez sino por protección”

Damián no hablaba de cosas que en el pasado lo habían dañado. En todas las conversaciones – pocas pero intensas – él siempre había hablado de muchas cosas pero nunca nombró a ninguna gata especial. No habló de relaciones, ni de amores…sólo de las cosas que le hacían estar bien y todas, cada una de ellas, había dado a entender que prefería vivirlas solo.

La Gata se dio cuenta de que lo había pasado muy mal. Algo le tuvo que pasar como para no hacer ni un pequeño comentario sobre eso. Sin embargo, parecía escupir todo ese resentimiento, ese amor, esas emociones…sobre los papeles que tanto le gustaba o necesitaba garabatear.


¡Necesitaba leer más!

Cada vez era más tarde. Damián empezó a reaccionar y cambió la posición tan cómoda que había adoptado frente a la chimenea incorporándose. Habían pasado un momento muy agradable y la Gata quería que se quedara pero esta vez…por primera vez, quiso que siguiera siendo especial.

Habitualmente le daba igual que fuera la primera noche. La primera vez que conocía a los gatos a los que decidía dejar acercarse, ella buscaba cumplir su objetivo y este, normalmente era el de saciar su sed y pasar un rato sin complicaciones, sin compromiso. Pero con Damián parecía ser diferente. Quería que fuera diferente. Pensó que si le proponía quedarse con ella él se podría sentir como uno más y desde luego, eso era lo último que la Gata Negra quería.

Así que, cuando Damián dijo de marcharse ella sólo dijo:

- Ha sido una noche muy agradable. Gracias por compartir conmigo parte de tus cosas y nuevamente gracias por recogerme del suelo y curar mis heridas. Espero que nos veamos pronto.

Damián no articuló palabra. Le dedicó una mirada cómplice, una pequeña sonrisa en su rostro y le dio un fuerte abrazo inesperado pero que resultó ser atronador.

La Gata Negra no recordaba la última vez que la habían abrazado con esa intensidad. Ni si quiera sabe si alguna vez la llegaron a abrazar así. Entre sus brazos sintió ser la única. La más especial. El olor que Damián desprendía pareció invadir todos los poros de su piel.



La mañana del jueves fue algo inaudita. La Gata amaneció más pronto de lo habitual. ¡Amaneció! Desde hacía tiempo sus días siempre consistían en lo mismo. Remolonear por las mañanas en la cama, mal comer por las tardes y patrullar las calles y los locales por las noches. Pero este día fue diferente.

Salió a plena luz del día a la calle. Fue a un viejo mercado donde vendían antigüedades y trastos de todo tipo. Algunos vendedores realizaban todo un ritual para promocionar sus productos. Había artistas callejeros, músicos, malabaristas, algunos pintores y dibujantes que realizaban paisajes y caricaturas de los gatos y gatas que decidían tomarse con buen humor sus ‘defectos’ físicos.

Era un mercado peculiar que todo el mundo conocía como el ‘Mercado de Ladra’. Según contaban los gatos más mayores, este mercado estaba inspirado en un mercado lisboeta donde todos los gatos y gatas que se dedicaban al trapicheo se reunían un par de días a la semana para vender aquellas cosas que habían conseguido robar o extraer de forma sospechosa.

Esta mañana fue diferente.

La Gata Negra dio gracias al viento por despeinar su pelo negro. Compró vinilos, figuras de decoración para su casa, una pequeña colección de cajitas de madera, fruta…

Al fin y al cabo hizo todas esas pequeñas cosas que las noches le habían arrebatado y que tan bien le hacían sentir.

“Amor”














El amor debería matarme
para después resucitarme…
lo demás no es amor.

Debería ser un puño
tan absurdo
golpeando el corazón.

Debería ser pensamiento,
subconscientemente necio
declinado al por menor.

El amor debería cegar
para poder caminar
en las brasas del dolor.

Debería ser el todo
que me exima de lo loco
de mi interior.

Debería ser un juego
bajo las reglas del acuerdo
entre tú y yo.


(21.12.2010)

“Como una colilla”












Tirado como una colilla,
hay días que me quemo por dentro.
Hay noches que me da la risa

y se me escapan los sueños.

Despierto también lo hago,
arriba o abajo, me va dando igual.
Vienen tiempos de cambio
y el cambio no está tan mal.


Y ese tiempo cura las heridas
que infectas duelen a ratos.
Vibra tu voz si dormida
pregunto si lo has pensado.


Cada héroe tiene su criptonita,
más aún si apuntan al centro.
Sé que también andas perdida
y que no te gustan los cuentos.

Jurar lo justo si es en vano…
hacía que no lograba rezar.

Ahora mis manos buscan tus manos
cuando sin pensarlo me da por pensar.

(12.04.2011)

“La Elegida”


Sólo estuvo en mi cabeza,
en realidad nunca la pude ver.
Nunca supe quién era
ni quien podría llegar a ser.

Y fue, aun no lo sabe
pero ya lo ha sido.
No buscaba la llave
y encontré su abrigo.

Sin llamarla ha venido,
a veces parece que para rato…
y me gusta pensarlo.

Como un sueño cumplido,
estar tan bien abajo
agarrando sus manos.

(12.04.2011)

“Soy una rata”



Se volvió de piedra el corazón
y mi ascensor más muerto que vivo.
Se deja cazar el cazador
al ver saciado su apetito.

Y ya no es domingo,
hay lunes de abstemia resaca.
No digo nada nuevo si digo
que vivo en una cloaca.

Soy una rata
o al menos lo he sido,
no olvidaré que agarré del cuello
lo que yo necesito.

No fue un cortocircuito,
ni un ángel caído.
Acabé por los suelos
perdiendo mi instinto.

(12.04.2011)

lunes, 4 de abril de 2011

“Verdades mentira”














Por no adelantar el punto final

las verdades resultaron mentira.
Lo que empezó mal acabó mal
como acaban ciertas rencillas.

No querer verte más a mi lado
ni tu ver mis caras largas.
Se ha convertido en algo esperado…
una muerte anunciada.

Sentimientos de armas blancas,
como niños guerrilleros con pistola.
Palabras que nunca dijeron nada
o esos labios que matan lo que tocan.

Dolor, ausencia de vestigios de tu amor,
goteras en la casa soñada.
Otra persona acostada en tu habitación,

1ª del plural desgraciada.

No puedo más, acaba la partida,
ni soy tu hombre perfecto ni lo espero.
Ya no serás tú la chica mía
ni obviaré más tus defectos.


(04.04.2011)

viernes, 1 de abril de 2011

“El Prospecto”










Doctor, no sé qué me pasa,
últimamente, no sé…¡Estoy!
Ya no vengo a consulta por nada
y más o menos sé donde voy.

Es extraño, ya hacía años
pero casi no hay agujeros.
No me acuerdo de aquellos daños
que me hacían tan viejo.

Soy adicto a los mejillones en lata,
la gata, a veces ni me muerde.
Intento meter un poco menos la pata
o por lo menos contenerme.

No sé yo pero he encontrado la receta,
he conseguido que no me medique nadie.
Intento aprender a tener paciencia
pero no siempre sale.

Ya no me subo a las ramas,
espanto a las ‘pájaro’
y administro mi tiempo.

Da igual por donde lo abra,
por arriba o por abajo
siempre encuentro el prospecto.

(01.04.2011)