viernes, 20 de noviembre de 2009

“La Cervicienta”


Érase una vez la boca más sedienta,
la lengua más húmeda del barrio.
Ríos de cerveza para una ‘Cervicienta’,
papeletas que sortean sueños largos.

Pongo una piscina y me crecen los bebés,
instinto de paternidad mojado bajo el bañador.
Cuando el camino es largo al galgo le da por correr,
cuando se dice ‘te quiero’ por compasión.

Futura mujer del difunto esposo,
ante la más tetuda
se tatúa una clave de sol.

Malos tiempos para los negocios,
si te desnudas,
te recito mi mejor canción.

Los taxis hoy no dejan de pasar,
siempre hay gente que no sabe donde ir.
Si caminas despacio cogemos un atajo al mar,
si te pierdes puedes buscarme por ahí.

Los escaparates no dejan lugar a la imaginación,
es como cuando me escondo en lo que cuento.
Hay noches que me siento sentir sintiéndolo,
hay días que resucito en el Mar Muerto.

Nunca te eches un novio poeta,
si te dejas
recitará todo tu cuerpo.

No juegues con fuego
ni hagas apuestas…
no vayas a perderlo.


(20.11.09 – 01:30)

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