Desde una foto de carnet,
inesperada y oculta
en el bolso de mamá.
Desde esa nota kamikace…
una dirección, un teléfono,
unas ganas de ayudar.
Desde estar presente en mis clases,
anécdotas familiares,
conocerte sin conocerte.
Desde un primer mensaje,
simpático, agradable,
atractivo y de verdad.
Desde ver tus fotos en secreto,
descubrirte por momentos
con sólo “escuchar”.
Desde la primera conversación,
nocturna y prudente,
eterna y fugaz.
Desde esa ausente despedida,
pensarte cada día
cuando iba a despertar.
Desde buscarte las cosquillas,
contarte que al hablarte
se me olvida lo demás…
Mirarte sin un plan B
en la puerta donde, por primera vez,
encontré la Sala a tus ojos.
Las ganas de agradar,
echarte un cable y puntuar
con una canción homónima.
Una primera cerveza,
con manos temblorosas
y con nombre de mujer.
Buscar ese último bar,
cómplice, tuyo o nuestro,
con la excusa de hablar.
Un primer y justo encuentro,
una grúa mal nacida
y un paseo en la ciudad.
Pensar hacia otro lado,
mirarte a los labios
cuando no te veía mirar.
Esas llamadas controladoras,
¿Dónde te metes? ¡No pasa nada!
¡Estoy con tu profe y ya!
Horas y horas invertidas,
dedicadas y elegantes.
Acariciar tus dedos, callar…
Ataque alevoso de mosquitos,
reportaje de boda, fotos…
¿Os podéis quitar?
La vuelta hacia tu casa,
mojarte por la espalda,
besarte por la cara,
acercarme a tu cuello,
notar que te estremezco,
alejarme y pensar
que quizá quieras probarlo..
y callarme…y besarlos.
Dejar el mundo para otros,
besarnos con cuidado,
disfrutando y esperando
que no sea un sueño.
Y no te sueño durmiendo
porque te veo cada día…
Un almuerzo en el trabajo,
un wooper más bien escaso,
un te espero, un hasta luego.
Canciones compartidas,
películas, poesías, lugares,
viajes, deseos…
Ese baño a media tarde,
el sol, verte por primera vez
en bikini.
Vicio.
Vicio.
Un mojito, cervezas,
mirarte, sonreír…música
que mueve nuestros cuerpos.
Llevarte a mi casa,
sentir tu mano en mi pierna
mientras conduzco.
Desnudarte, extrañar
lo poco que te extraño
y lo fácil que es todo.
Regalarte ‘picoretes’
ocultando que lo que quiero
es tocar todo tu cuerpo.
Y así pasan los días
como si no pasaran
y se detuviera el tiempo.
Un día te tuve, un día te tengo.
No dejamos de probarnos
ni probar de tu casa cada hueco.
Vicio.
Un helado de yogurt,
mejor el melocotón
pero ahora soy adicto a la piña.
Vicio.
Y como si nada,
de habitación en habitación
pasa la vida.
Desde…
Desde cada rato,
desde cada mirada,
desde cada cigarro.
Champiñones, cebolla, nata…
Todas las cosas que no escribo
y que faltan, que quedan
en mi cabeza guardadas.
Salsa César, velas, luces apagadas…
Nunca. Siempre. Gracias.
Corto y cierro.
(19.07.2012)
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