Respeto, me callo y maduro.
Me olvido de mí un momento
y atiendo tus deseos.
Esta
vez no hablaré aunque quiera.
No
mostraré mi parte guerreray aunque la tenga abdicaré.
Por vez primera morderé
mi lengua problemática.
Contaré hasta diez y pensaré.
Pensaré
que te pienso
pensando
que pensarte es la mejor manera de pensar.
Sin
interferencias ni barreras,
ni
peticiones ni colectas,ni soluciones perfectas.
Respeto
tu búsqueda.
Me
aparto del camino que quieres recorrer.
Me
aparto con una sonrisa
aunque
mi pecho lataal ritmo de tus besos.
Tu
insultante belleza,
no
menor que tu madurezo la ausencia de tu cuerpo…
Duele
sentir la paz
la
noche antes de la guerra,interna y miopemente cierta.
Recordar
“palabros” inventados
que
ahora también son míosy que me roban guiños.
Me
extraña tu retirada,
tu
huída, tu alejamiento,tu marcha, tu silencio.
Me
extraña y me araña.
Me
hiere sentir que ha sido un espejismo.
Que
no significa nada,
que
significo tan pococomo las palabras de un loco.
Que
he sido un parche,
un
remiendo temporalo una salida fácil.
Un
muñeco en brazos
de
un niño caprichosoque se cansa de jugar.
Aliviaría
verte un rato,
o
saber que te cuestatanto como a mí.
Me
sentiría algo menos
estúpido pensando
que estás pensando en mi…
Lo has hecho
bien,
no te
preocupes por nada,eres un tesoro.
Tiendo mi
mano
y te espero
por si vuelves…y si no…ya veremos.
Aprovecho el momento
por si mañana no hay nada
y ese nada no eres tú.
Te respeto y me ofrezco
para tomar una caña
con sabor a perdón.
Con esa
mirada,
que sin
palabras, me pide perdón.
Con esa boca,
que con sus muecas,
me pide perdón.
Con esa
lengua,
que mojada,me pide perdón.
Y no lo
escucharé,
no será
necesario si te tengo delante.
Y si algún
día te tengo
delante como
te tuveel día anterior a hoy…
Si ese día
me buscas…
encontrarás en
mi manouna dentadura de golosina.
(14.07.2012)
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