A mí, que no me gusta perder
ni a las chapas
ni apostar lo que gané
por menos de nada.
A mi, que tantas veces
me faltaron ganas
para seguir en mis trece
sin hacer caso a nada.
A mi, que se me olvida
respirar con cada cana
al menos dos veces al día
hasta que no queda nada.
A mi, que me inquieta
la soledad de la cama
y también me cuesta
no encontrar nada.
A mi, que me envilece
la humedad de la barra
y cuando anochece
no hay nada…
(10.01.2011)
ni a las chapas
ni apostar lo que gané
por menos de nada.
A mi, que tantas veces
me faltaron ganas
para seguir en mis trece
sin hacer caso a nada.
A mi, que se me olvida
respirar con cada cana
al menos dos veces al día
hasta que no queda nada.
A mi, que me inquieta
la soledad de la cama
y también me cuesta
no encontrar nada.
A mi, que me envilece
la humedad de la barra
y cuando anochece
no hay nada…
(10.01.2011)
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