Tiró el teléfono y salió corriendo,
Insignificante como un lienzo
sin guiños ni trazos.
Su playa infinita donde tantas veces…
mimetizada con la noche,
desnuda y latente
había gritado su nombre.
Dejó atrás sus pensamientos
e igual que sus pisadas se clavaban.
No borró las heridas el tiempo
ni el viento pudo elevarla.
Su vida se iba en cada ola,
su sombra…su única amiga.
Él la había dejado sola
y sola enloquecía.
La noche…la luna y la brisa
no pudieron detenerla.
Con el alma tan viva
y la vida tan muerta.
Su mundo perfecto, ahora negro,
su mar azul tan oscuro.
Dejó a su suerte su cuerpo,
devastó su futuro.
(28.11.2010)
Ya era hora de verla publicada ...... Preciosa!!!
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