Busco la verdad en cada mentira
como el rastro del camino a oscuras que dejé atrás.
Piedras, trabas, obstáculos obtusos
y un pequeño abuso de autoridad.
Miro para atrás guillotinando los miedos
que anteponen su fuerza a la lealtad.
Me ahogo entre el humo de un vaso de ron,
entre las cenizas de la soledad.
Vivo de espaldas, miro a otro lado,
apago la luz mientras espero otro día,
y con cada absurda despedida de mis frías manos
dejo enfangadas mis rodillas.
El zigzagueo de las palabras que no saben decir,
el hipo y el vaivén que no deja ni ir ni marchar.
Me canso de hablar como quien ve morir,
me muero ante el fin que no sabe empezar.
(28.04.2013)
Muy grande Daniel siempre en tu linea , sigue así.
ResponderEliminarGracias Alfonso.
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