Permítanme la osadía de querer expresar
lo que pienso con este aire sabiniano,
la Web por lienzo, el teclado mi pincel,
por herramienta...mis manos.
Ni me muero por ti ni me quiero callar,
por dejar de reír por poco me mato,
no he probado ni quiero la piel
de las tías que mienten para pasar un rato.
Te daban morbo las muescas de mi cabecero,
siendo sincero, tú no vales la pena,
ni me llegas a la suela, ni deshojo margaritas, ni te cuento
como sangre que corre por mis venas.
Hay palabras que no ha de decir un caballero,
ni estando borracho ni cumpliendo condena,
yo tengo amigos, no quiero tus besos,
ni saben, ni aman, ni sueñan.
Te lo digo al revés pa' que me entiendas,
los mudos también cantan al oído,
no ando solo por el mundo,
la Primavera esta noche baila conmigo.
Por perder no pierdo ni secretos ni cabezas,
sabe mejor esta cerveza “sintigo”,
creo que esta noche volveré a llamar a la dama
del “por no decir ni digo”.
No es mi estilo abusar de ordinarieces,
pero ‘el que con juego fuega’ se quema,
la mar está llena de peces
y estas calles de coños de menta.
Blanco y en botella… ¡Leche!,
¿Sexo para dos? No, sólo una mesa,
que hoy voy a contar el cuento que inventé
para dejar mis sueños en tu puerta.
lo que pienso con este aire sabiniano,
la Web por lienzo, el teclado mi pincel,
por herramienta...mis manos.
Ni me muero por ti ni me quiero callar,
por dejar de reír por poco me mato,
no he probado ni quiero la piel
de las tías que mienten para pasar un rato.
Te daban morbo las muescas de mi cabecero,
siendo sincero, tú no vales la pena,
ni me llegas a la suela, ni deshojo margaritas, ni te cuento
como sangre que corre por mis venas.
Hay palabras que no ha de decir un caballero,
ni estando borracho ni cumpliendo condena,
yo tengo amigos, no quiero tus besos,
ni saben, ni aman, ni sueñan.
Te lo digo al revés pa' que me entiendas,
los mudos también cantan al oído,
no ando solo por el mundo,
la Primavera esta noche baila conmigo.
Por perder no pierdo ni secretos ni cabezas,
sabe mejor esta cerveza “sintigo”,
creo que esta noche volveré a llamar a la dama
del “por no decir ni digo”.
No es mi estilo abusar de ordinarieces,
pero ‘el que con juego fuega’ se quema,
la mar está llena de peces
y estas calles de coños de menta.
Blanco y en botella… ¡Leche!,
¿Sexo para dos? No, sólo una mesa,
que hoy voy a contar el cuento que inventé
para dejar mis sueños en tu puerta.
(03 de mayo 2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario