cuando hablaba con otras personas.
Conforme con sentirme valorado
cuando se daba cuenta de no valorarme
-cuando se creía en la obligación
o me sentía cada vez más lejos-
caí en todas y cada una de sus trampas.
Hoy, ahora…
-quizá sea más de lo que merezca-
la llevo en el corazón.
Que bonito escribes, Daniel. Es bonito guardar en un trocito de corazón a aquellas personas que han sido importantes aunque nos hayan hecho daño.
ResponderEliminarBesos