jueves, 17 de junio de 2010

“Querido diario que nunca tendré” (Capítulo final)


Querido diario:

Sé que es “Ella” y no hay más…pero esta vez ni me voy a complicar ni lo voy a poner tan fácil.

El agua seguirá su curso esquivando las rocas que encuentre por el camino, y si quiere bañarme los pies que sea ella la que se la juegue y se moje el culo.

No le voy a decir, ni proponer, ni pedir, ni exponer mis sentimientos porque, si hay algo que me haga sentir mal, es percibirme como el capricho de alguien…y cuando ese alguien te trata de tal forma sin pensar en las consecuencias y conociendo dichos sentimientos, sinceramente…pasa a ser un verdadero cabrón/a.

Y yo que estoy dispuesto, en este preciso momento, a cerrarles las puertas a todas las demás…

El caso es que no quiero ser yo el que dé otra vez ese primer paso que te hace caer de boca contra el suelo o tocar directamente el cielo…aunque yo me confieso abonado a la primera opción.

¡Quiero pero no quiero!

Y si el problema es la distancia ya la borraré yo con los pies. Y si el problema es el dinero, ni tú ni yo lo necesitamos para colgarnos el uno del otro. Y si el problema es el futuro, piensa en hoy y que se apañen nuestros “yo” el día de mañana. Y si el problema es otro...me faltan datos.

Pero es tan fácil abrir la boca y no decir nada y cerrarla diciéndolo todo, que un gesto vale más que mil palabras y una palabra te cambia el gesto.

Y esta es la historia…aquí no hay ni princesas, ni sapos, ni pollas en vinagre…SI QUIERES SERÁ…Y SI NO QUIERES, NO SERÁ.


Punto final.

(17.06.2010)

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