Sacúdete el sudor sobre mí,
nutre mi boca con tu cuello salado
y arráncame la ropa.
Deja que mis labios me lleven
de tu espalda al cielo,
que sea el kamikaze del deshielo
cuando te haga arder.
Destrózame y destroza
cada parte de tu cuerpo.
Utilízame y cabalga
hasta que los vecinos
llamen a la policía…
Te espero desnudo
cuando salgas del calabozo.
(18.08.2014)
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