Aposté cada céntimo,
‘doble o nada’ a tu pecho...
Ahora vivo bajo un puente.
Veo parejas en sus casas.
La noche delata sus secretos
tras las luces encendidas
y les envidio.
que terminan en la cama
y amanecen por la mañana
en domingo.
Desayunos a las doce
de esos medios días
que te empujan de nuevo
bajo las sábanas…
Aposté cada céntimo,
‘doble o nada’ y –ahora,
cuando llueve afuera-
me refugio en tu recuerdo.
(17.06.2014)
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