“Todo patas arriba”

Hoy llama a mi puerta
la que lanzó ese portazo,
entornando la brecha,
reclamando un abrazo.

Y es que siempre regresa
quien se fue sin ser echado.
Siempre desea
quien no quiso ser deseado.

Llama poniendo todo patas arriba,
haciéndome sentir un tiovivo,
violando la distancia preventiva,
queriendo jugar conmigo.

Pero está vez te dejaré en el olvido
porque tarde o temprano fallarás.
He aprendido a no contar contigo
y a pensar en dejarlo estar.



Y aunque ando enganchado a ti
cuando no te tengo todo va mejor.
Si hubieras querido…pero aprendí
a no esperar y superar la adicción.

Aprendí a no traspasar la línea
que mantiene el equilibrio perfecto,
y a no decir palabras míseras
y a dejar de pensar en lo nuestro.

(02.07.2010)