sábado, 2 de enero de 2010

“Por no desertar”


Y cruzó los brazos
como quién se pone a la defensiva…
Se acarició los arañazos,
se escondió en las esquinas.

Deseó romper los espejos
que a lo lejos mostraban cercanía.
Entornar los sentidos abiertos
y tirarse a las vías.

Insinuó no volver a soñarla,
desadvertir tantas cosas advertidas
en las avenidas de su cuerpo.

Dejó que la noche adornara
las palabras tantas veces corrosivas
que latían asonantes a su pecho.

Ni pidió ni regaló atenciones,
desvirgó los discos de vinilo.
Se enganchó a todas las canciones
que la dejaban pendiendo de hilos.

Parpadeó una vez antes de decirlo…
y tal fue la pausa que no dijo nada.
Inaccesible fue el vestido elegido
en el baile de las aguas pasadas.

Pasatiempo incompleto en los atajos
de los besos que rozaba cuando
a nada me atrevía a atreverme.

Muñeco entre tus dedos cabizbajo
por no desertar y pasar de largo
cuando sin esperarlo dejé de verte.


(02.01.2010 Madrugada)

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