miércoles, 25 de mayo de 2011

"Colonización"



















Sé que no hago bien en decir,

en hablar más que callar.
En esperar, en redimir,
en toser, en objetar.

Quizá es más infeliz ahora
desde que cruzamos nuestros cuernos.
Como dos caracoles que follan
sin fijarse en el tiempo.

Mis pies no se agarran al suelo
pero tampoco quiero rehabilitarme.
Tener que marcharme lejos
sin que nadie me llame.

Me juego la vida a causas perdidas
por si un día por fin la encuentro.
Ya desinflé el salvavidas
cuando llegué a puerto.

Y no pretendo invadir el espacio,
ni el tiempo ni unos pensamientos.
Sólo quiero colonizar despacio
cada parte de su cuerpo.

Sólo quiero que me tenga ganas,
aunque no sea parte del futuro.
Lo sé, mi mente no está sana
y el presente está oscuro.

Mala compañía si me dejas a solas,
no conozco a ese tipo del espejo.
Me mira y lo miro detrás de las horas
que enturbian mi reflejo.

Me cegué y me olvidé de mi sitio
y de hasta donde permitiré llegar.
Te doy, por hablar conmigo mismo,
las gracias soledad.

¿Dónde vamos tan aprisa?
…entrever me deja su mirada.
No digo nada, me perdí esa misa,
mi codicia me delata.

(25.05.2011)

lunes, 23 de mayo de 2011

“Hasta votaría al PP”
















Me agarraría a una botella vacía,
engulliría champiñones a cientos.
Creo que hasta me depilaría
los pelos del pecho.

Me tatuaría en los genitales,
nadaría en agua helada.
Me drogaría los martes,
me cambiaría por nada.

Jugaría bajo una colmena,
daría galletas a un orangután.
Me ahogaría en cerveza,
aprendería alemán.

Te diría te quiero cada día,
me lavaría los ojos en alcohol.
Mearía hacia arriba,
me lanzaría por el balcón.

Desayunaría alfileres,
hasta votaría al PP.
Renunciaría a otras pieles,
me olvidaría de él.

Perdería todo a nones,
apostaría contra mi al ajedrez.
Vendería mis acciones,
contaría hasta diez.


(23.05.2011)

“Cuando llega a mis partes”


Gracias al sol que a mi habitación
entró para echarme a patadas.
Salí a la calle sin buscar una razón,
ni preguntas ni respuestas ni nada.

El agua fría me estremece,
sobretodo cuando llega a mis partes.

Creo que este cuerpo ya se merece
que no sea trece en martes.


‘Anoche pasé frío y fui poeta’,
y hoy reluciente, bajo el calor

cierro con llave las penas.

Si no valgo para atleta

dejaré de correr en mi colchón
tras ese sueño chaveta.


(23.05.2011)

miércoles, 18 de mayo de 2011

“Reflexión de cama y corbata”




La vida merece la pena… y esta es mi reflexión. Hay que “acercarse a” y “luchar por” aquellas cosas que nos hacen sentir bien y alejarse de aquellas que, por el contrario, sólo nos pueden traer problemas y hacer estar mal o falsamente bien.

La vida son fases, estados, etapas, periodos, ciclos, lapsos, épocas…y en cada una de ellas está permitido actuar de una forma u otra, descuidarse más de uno mismo o incluso descuidar a los demás, atender más a otras necesidades, a un tipo determinado de personas, a unas aficiones, a ciertas simpatías hacia gente o cosas que pueden o no aportar algo interesante pero que por algún motivo queremos que en ese preciso momento estén ahí….pero como he dicho, sólo son etapas.


Hay que intentar ser feliz con lo que se tiene sin que las cosas que no alcanzamos a tener nos atormenten, pensar de forma crítica e independiente acerca de lo que nos rodea, para bien o para mal, y extraer de todo ello nuestras propias conclusiones, evolucionar y dar un paso hacia delante dejando atrás lo que por definición debe de ir quedándose atrás.

Miro a mi alrededor y aun veo personas de todos los colores, edades e ideologías, en todas partes, en todas las ciudades que he visitado, en todos los momentos que he vivido…que se quedan estancas en una eterna adolescencia, que no piensan más allá de la próxima semana o el próximo festivo. Personas que encerradas en sus miedos siguen culpando de todos sus problemas a los demás, sin pensar en las consecuencias de sus hechos, ni en sus familias, ni en sus hijos, ni en sus padres, ni en sus amigos, ni en sus propios ideales infectos por los pensamientos ajenos de personas ajenas que sólo están ahí por ocupar parte del tiempo que no saben cómo ocupar con cosas realmente productivas.


Tengo 27 años…parece ayer mismo cuando estaba en el instituto sin saber si trabajar o estudiar, si quedarme en casa o salir a merodear por las calles, y cíclicamente, continuamente, paso por momentos en los que no sé qué decisión es la más correcta, y de esos momentos son de los que intento aprender.

Hoy ya sé lo que quiero o al menos, siendo totalmente sincero conmigo mismo, sé las cosas que no quiero tener a mí alrededor. Voy ampliando mi colección de libros y disminuyendo las muescas en la libreta de las borracheras…y aunque no soy alcohólico a veces también me emborracho. No es malo, siempre y cuando se tengan los pies en el suelo y la cabeza en las responsabilidades. Fresco, atento y alerta para luchar por cada uno de los objetivos que me he marcado.

El tiempo pasa y lo hace volando, algunas cosas que con 15, 18, 20, 25 años creía que durarían para toda la vida, que iba a tener para siempre conmigo porque era yo quién decidía sobre todas ellas, hoy sé que si las estuviera viviendo o haciendo de la misma forma que las hacía por aquél entonces me sentiría fuera de lugar. Hoy algunas de ellas me parecen ridículas y/o dañinas.

Hoy valoro que si son 10 las cervezas que me tomo la noche anterior, en lugar de 4, mañana me costará más reaccionar y tirarme de la cama si lo que quiero es aprovechar el día, el sol, el aire, el mar. Hoy sé que si grito y expreso de forma deseducada alguna opinión puedo recibir ese tortazo que con 12 años me perdonaron por no ser consciente de lo que hacía o por desconocer la forma más adecuada de hacerlo. Hoy sé que si no cuido lo que quiero tener a mi lado quizá mañana sea demasiado tarde para hacerlo. Hoy sé que si hace sol es mejor tomarlo por si son lluviosos los días que siguen. Hoy sé que cualquier cosa material carece de importancia cuando de un día para otro pierdes tu hogar, un ser querido o los recursos que te permiten tener un plato de comida sobre la mesa. Hoy sé que un verdadero amigo es aquél que te perdona en incontables ocasiones todos tus errores con la condición de que saques de cada uno de ellos una valiosa lección para no volver a tropezar en la misma piedra y que te dice lo que no quieres escuchar…hoy sé tantas cosas que tengo la sensación de no saber ninguna.

Sé que quiero seguir aprendiendo para poder transmitir, si algún día tengo, todas las cosas que sé a ese niño o niña que tantos disgustos me dará cuando yo quiera ver la televisión tranquilamente o tirarme a descansar en la cama, o cuando duerma a media noche en la madrugada. Sé que quiero aprender a cocinar mejor para que tengan diferentes alternativas por si no les ha gustado la comida. Sé que la mejor educación que se puede dar empieza por no hacer o decir en su presencia aquellas cosas que no quiero que reproduzcan, y por ende, hacer, sin inculcar ni imponer, aquellas que si quiero que interioricen. Sé que no quiero que haya cosas sobre mí en mi presente o en mi pasado que los avergüence ante los demás y ante su futuro.

Sé que no debo perder ni faltar el respeto a las personas que quiero si no quiero que piensen que he dejado de quererlas.

Sé que quiero vivir cerca del mar y del campo y de la montaña…un lugar lo suficientemente alejado de la ciudad para no escuchar ruidos ni llorar por la contaminación, pero lo suficientemente cerca de los servicios que ofrece la civilización. Un lugar donde poder salir cada mañana al despertar para desayunar y desperezarme oliendo a romero y lavanda y donde vea cada tarde el sol ponerse. Un lugar con espacio suficiente para tener animales corriendo y jugando en libertad sin restricciones de horarios ni disponibilidades personales.

Quizá sea más productivo vivir pensando en las cosas que nos quedan por vivir más que en aquellas que hemos vivido. Perdonar nuestros errores pasados intentando no repetirlos y perdonar los de aquellos que nos hicieron daño. Quizá sea mejor pensar que nuestras decisiones no sólo nos afectan a nosotros mismos, sino a muchas personas que nos quieren, respetan y quieren lo mejor para nosotros. Quizá sea el momento de ser un poco menos egoísta para pasar a ser un poco más solidario. Quizá sea momento de luchar por lo que queremos y dejar pasar esos trenes a los que no tenemos pensado subir…

Y vosotros… ¿Qué pensáis?

“Lejos de mentir”
















Soy el favorito de mi madre,
sobra si para ella soy el mejor.
Quizá nunca sea tarde
para enfrentarse al amor.

Habré cometido cientos de errores,
empeoro sabiendo que recaeré.
Conecto como esos dos traidores
que delinquen a la vez.

Disparo mis dardos al centro
aunque a veces no acierte en la diana.
Parece como si se me fuera el tiempo
mirando por esta ventana.

Derribé cuantos castillos de arena
construí cuando anduve entre nubes.
Aun hay gente que vive ajena
y que piensan en bajar cuando suben.

Lejos de mentiros me mentiría a mí,
hace que perdí el apetito.
A veces me cuesta sentir
si no tengo lo que necesito.

(18.05.2011)

lunes, 16 de mayo de 2011

“Partir”



Recuerdo cuando subí al tren,
algo en mi me lo decía.
Supe que no la volvería a ver
o que sería diferente si lo hacía.

No nos reprochamos ni gritamos,
optamos por callar.
Dejamos el tiempo pasando
y hablamos sin hablar.

Así transcurrieron los meses,
haciéndonos ella y yo diferentes
como dos desconocidos.

Una lucha por ser más fuertes,
doliéndonos a veces
hasta ser vencidos.

(16.05.2011)

miércoles, 11 de mayo de 2011

"Un cualquiera"














Hasta la puta polla de todo,
hasta los cojones está ya uno.
Hasta las narices de oídos sordos
y de retorcer más los nudos.

Me cago en mis putos muertos,
me voy ya mismo de aquí.
No me van a ver ni en sueños

cuando decida partir.

Nada merece una explicación
si me dice el sol

que no salga en primavera.


Encerrado en mi habitación,
esperando una reacción
que nunca llega.


No corre sangre por mis venas,

hace tiempo que se envenenó.
Ya no me voy con cualquiera
ni un cualquiera soy yo.

Revivo los bares en mis letras,

donde echaba unos tragos sin mi,
donde me recordaba la astenia
que noches más duras han de venir.

Frente al mar no oigo mi voz
ni se aprecia el color
de la luz de los faros.

No resucita este amor
ni la triste emoción
de besar unos labios.


(10.05.2011)

sábado, 7 de mayo de 2011

“Traca final”

















Hoy no diré que no por si el destino

alguna vez me hace creer
que la respuesta correcta es un sí.

Esperaré como esperé a esa Vespino
por la que me esforcé
y nunca fui capaz de conseguir.

Al final se me pasó la fiebre,
nunca tuve moto ni la echo en falta.
Ahora pienso más en tener muebles
y un lugar para sacarlos de sus cajas.

Creo que todavía estoy fuerte,
o al menos más me vale creerlo.
El hielo tiene miedo de su suerte
cuando se acerca al fuego.

Ya no me pierdo en los bares
ni vagabundeo por las noches.
Prefiero tener quién me calme
cuando no tengo dónde.

Aunque alcohólico no soy
yo también me emborracho a veces.
Ventanas cerradas, no sé donde voy
como en una bañera los peces.

Aun no le he puesto ningún nombre,
sigo en clandestinidad.
Muestro lo que cuento por el borde
de la traca final.

(07.05.2011)

lunes, 2 de mayo de 2011

“Hasta matarnos”




Hombros para llorar, no hay más,

a veces es lo único que quiero.

Cuando envejezco sin contemplar
que deliro si no bebo.

Nunca me gustaron los números,
ahora sólo sé contar contigo.
Ya no tengo sueños húmedos
ni recurro a mis amigos.

Jugarme la vida a la carta más alta
por quién parece querer dejarlo ir…
Un riesgo salir de la cama
sin asumir el comienzo del fin.

Y aún no sé qué haces tú por mí,
yo me esfuerzo en comprenderte.
Te cuido, te intento hacer feliz,
dedico mi tiempo a complacerte.

Y se va convirtiendo en sacrificio,
sobretodo cuando lo hago en vano.
Cuando no se valora que descuido
mi vida por estar a tu lado.


Aun me despierto empapado,

las pesadillas ya son parte de mis noches.

Juro que intento mirar a otro lado
para no darme más azotes.

He ganado un compañero de viaje,

la Ansiedad me deja en la ventanilla.
A veces pienso en desistir al llamarte
y ponerme patas arriba.


¿Por qué dices cosas que no sientes?
dañarás todo cuanto quieras.
En ocasiones hay que aferrarse fuerte
al son de la paz en la guerra.

Lucho, lo intento, me empujo,
ya es objetivo hacerte sentir bien.
No voy a permitirme el lujo
de dar más sin obtener.


Creo que llegas a comprenderlo,

a todos nos aterra el vacío.
Ya bajaré al infierno

cuando en el cielo tenga frío.


Nunca creí en princesas encantadas,
ni yo soy el hombre perfecto.
Pero un día recordarás mi mirada

y me echarás de menos.

No quiero más gritos ni odio,
ni lavar los sucios trapos.
No seré quién alargue el episodio
hasta llegar a matarnos.


(02.05.2011)