domingo, 31 de enero de 2010

“Manchas en el papel”


Sigue mis pasos si te lo pide el cuerpo,
sigue dando vueltas si aguantas de pie,
colecciona excusas, aprovéchate del viento,
no cierres el grifo del anochecer.

Acércate al precipicio de tus adentros,
sal corriendo cuando te pueda la sed,
sácame un ticket en el aeropuerto
mientras siga manchando el papel.

Seguiré uno de tus majaderos
y maravillosos consejos,
seguiré dando la nota.

Seguirá mi cuerpo callejero
persiguiendo el aguacero
de tus ojos de diosa.


(31.01.2010 – 4:36)

viernes, 29 de enero de 2010

“Andaluza”


Golfa, traviesa, niñata,
jugosa, muñeca y bruja.
Tus ojos de noche, tus ojos de gata,
tu alma andaluza.

Tu pezón caramelo, tu silencio a gritos,
tu lunar suspiro de cielo.
Tu sexo de cuento, tu lengua, apetito,
tu sonrisa, tus guiños, desvelo.

Salen las estrellas
de sus escondites diarios
para respirarte desnuda.

Abren las puertas,
lo negro no hace daño
en la comisura de tus dudas.

Frontera, sueño, deseo,
alarma, vaivén, canela.
Tu cuerpo ceñido, tu traje flamenco,
invisible, aventurera.

Tu sabor, tu suave veneno,
tu locura tan hermosa.
Tu primavera, tu calor, tu pecho,
tu orgasmo, tu calma nerviosa.

Me besaste lento
en el borde del precipicio
paralizando mis ideas.

Desordenaste el tiempo,
resintonizaste mis sentidos
al rozar tu cara de buena.


(28.01.2010)

sábado, 16 de enero de 2010

“Invierno cabrón”


La vida pirata, la vida peor,
protector solar ante tormentas.
Con luces de colores se ve mucho mejor
el revolcón de las puertas traseras.

Era tan ardiente que asustaba,
sobresalto era su mejor disfraz.
Llamé a su puerta, creo que de madrugada,
nunca era tarde para bailar.

Y es que en caso de sentar…
sentaré el culo pero no la cabeza,
ya habrán días para merodear.

Pondré un huerto cuando no pueda más,
mis historias serán ‘nuestras’
y mimaré tu pelo en el sofá.

Mejor el frío del invierno cabrón
si te hago un hueco bajo mi manta.
Dame la espalda y desnuda el corazón,
que mis dedos pondrán las palabras.

Y es que en caso de esperar…
esperaré a que en tus aventuras
sea a mi a quien quieras llevar.

Tocaré las palmas en el bar
en el que tu gracia andaluza
quiso querer que te quisiera pensar.

(16.01.2010)

martes, 12 de enero de 2010

“Enganchado a tus tetas” (Blues)


Veo tus manos que aprietan
un cuello imaginario,
que dominan tu cuerpo acelerado.

Veo tu calma de tormenta
en tu sexo acompasado,
tu desnudo con descaro.

Enganchado a tus tetas
y casi yendo de vuelta
salí corriendo de allí.

Embarrado hasta las cejas,
agaché la cabeza…
poco más que decir.

Veo tus ganas de guerra
pero no tu valor,
yo ando y tu vuelas directa al corazón.

Veo tus piernas abiertas,
tu lengua al portador
de carne de cañón.

Enganchado a tus tetas
y casi yendo de vuelta
salí corriendo de allí.

Embarrado hasta las cejas,
agaché la cabeza…
poco más que decir.

Veo en tus polvos de perra
tu placer al calor,
callando está más guapo este cabrón.

Veo tu boca sedienta,
tu baile asolador
de deudas de adicción.


(12.01.10)

sábado, 9 de enero de 2010

“En la copa de los árboles” (a Iris)


Reloca, apareces en caída libre
sin usar paracaídas de seguridad.
Qué le voy a hacer yo si las letras
son mi forma de imaginar.

Te invito a soñar en la copa de los árboles,
tengo un escondite para verlo todo.
El horizonte enrojece con su diástole,
se acalora el derribo sin su acoso.

La noche puede ser perfecta…
si le sigue un domingo bajo las sábanas.
Una foto guarda los secretos
de la boca del pecho de tu cámara.

Es azar lo que nos ha vuelto a juntar,
o el color imaginario del arco iris,
o la corriente que te lleva sin más,
o las ganas, el miedo, la crisis.

Acercarse fue la excusa para perder
el trocito de cielo que rocé con los dedos.
Eres uno de esos pequeños detalles cotidianos
que te despegan del suelo.

Ahora que la última cerveza sabe a carnaval,
que en la puerta del taxi nos abrazamos.
Ahora que besarse es un paréntesis abisal,
unos labios, una coma, un hachazo.

(09.01.10 Madrugada)

martes, 5 de enero de 2010

“Sin ‘noviedades’ ”


I Acto

Qué insana y obtusa preocupación por mí
parece rondar a algunos mortales,
queriendo querer que yo quiera sentir
lo mismo que sienten ellos por alguien.

Por favor, dejad las pajas mentales,
no necesito ir con nadie de la mano.
Casi 26 eneros y sin 'noviedades',
26 inviernos abreviados.

No esperes de mí lo que no sé si puedo dar,
no seré yo el loco de atar
que se deje poner las cuerdas.

Ponte tú las cadenas si no quieres volar,
todo el mundo no respira igual
si se tienen alas en lugar de piernas.


II Acto

Qué aduana legislada por ti
abasteces con unas lágrimas anormales,
queriendo enjaular mis ganas de vivir
como un pirata sin grumete al abordaje.

Hipoteca tú los días acabables,
mi apetito aun no es anciano.
Casi 26 eneros sin celeridades,
26 inviernos equilibrados.

No redundes en la mueca de pensar,
no creas que patentaste la felicidad
que hoy me parece antiestética.

Ponte tú en el aprieto de malgastar
y dejar tu tiempo pasar
enganchado a las apariencias.

(05.01.10 Madrugada)


lunes, 4 de enero de 2010

“Deja que te diga”


El granizo salpicó en las baldosas
al tiempo en que caducaban tus palabras.
La distancia de seguridad hoy es odiosa,
un virus es hoy la mirada que esperaba.

Luego te veo y se me olvida todo,
como quién aísla el corazón de los sentimientos.
No puedo obviar sentirte y que no haya modo
de controlar los impulsos de mi cuerpo.

Deja que te diga una cosa más,
guardaré mi voz en el fondo del mar
por si alguna vez quieres oírla.

Deja que te diga una cosa más,
no quieras volver a rozar
el equilibrio que me equilibra.

(04.01.10 Eureka·Alameda)

sábado, 2 de enero de 2010

“Por no desertar”


Y cruzó los brazos
como quién se pone a la defensiva…
Se acarició los arañazos,
se escondió en las esquinas.

Deseó romper los espejos
que a lo lejos mostraban cercanía.
Entornar los sentidos abiertos
y tirarse a las vías.

Insinuó no volver a soñarla,
desadvertir tantas cosas advertidas
en las avenidas de su cuerpo.

Dejó que la noche adornara
las palabras tantas veces corrosivas
que latían asonantes a su pecho.

Ni pidió ni regaló atenciones,
desvirgó los discos de vinilo.
Se enganchó a todas las canciones
que la dejaban pendiendo de hilos.

Parpadeó una vez antes de decirlo…
y tal fue la pausa que no dijo nada.
Inaccesible fue el vestido elegido
en el baile de las aguas pasadas.

Pasatiempo incompleto en los atajos
de los besos que rozaba cuando
a nada me atrevía a atreverme.

Muñeco entre tus dedos cabizbajo
por no desertar y pasar de largo
cuando sin esperarlo dejé de verte.


(02.01.2010 Madrugada)