miércoles, 13 de octubre de 2010

“¡Eh, Sabina!” (a Don Joaquín)

Nos dieron las diez y las once
en el boulevard de los sueños rotos.
Ahora hago inventario de acordes
caminando en círculos viciosos.

Y me paro a pensar en la princesa
más bonita de la Calle Melancolía.
Releo el tratado de impaciencia
que firmé en mi cama vacía.

Pongamos que hablo de ti,
que aunque seas una bruja
mi amigo Satán te recomienda.

No llego a joven aprendiz
ni a quitarte la blusa
ni a preparar la merienda.

Te hubiera dicho ‘quédate a dormir’
pero tuve que pisar el acelerador.
Hoy así estoy yo sin ti
subido en mi caballo de cartón.

Cómo decirte, cómo contarte
que no soy tan bueno como parezco,
que soy un cuervo ingenuo y elegante
con miedo a amores eternos.

Pero hay besos de Judas
que saben a hotel dulce hotel
y se llaman soledad.

Y aunque esté a las duras,
las maduras tienen su aquél
en los juegos de azar.

Son pocos 19 días
si no les siguen sus 500 noches.
Se queda la frente marchita
en el asiento trasero de un coche.

Aun recuerdo el tacto de sus piernas

aunque no haya conseguido tocarlas.
Y estudio sus medias negras
a las seis de la mañana.

Eh, Sabina, ponme un trago más
que voy a cojear
como buen pirata.

Dame pastillas para no soñar
que quiero jugar por jugar
a esconderme como las ratas.

Me siento como un explorador
que escucha el ruido de su escalera.
Y sin embargo un tiramisú de limón
te hace más guapa que cualquiera.

Barbie Super Star ya no se vende,
ahora Almodóvar la quiere fichar.
Ya no fuma flores verdes
ni es un pez en la ciudad.

Pero hoy cierra por derribo
donde habitaba el olvido
entre lágrimas de plástico azul.

Cuando me hablan del destino,
ser el primero me pido
para escaparme al sur.

Aunque ya no me juegue la boca,
hay que ver que hermosas eran.
Hoy quererte a ti en la sombra
es como un dolor de muelas.

Tras seis tequilas y dos horas después,
sólo veo números rojos.
Me pongo el bombín del revés
para que no me veas los ojos.

Resumiendo, tras el vinagre
las rosas se bañan
en agua pasada.

Y no hay crisis ni nadie
que me corte las alas
para mirarte a la cara.


(13.10.2010)

4 comentarios:

  1. Adoro a Sabina... Bellísimos versos.

    Saludos,
    Sara.

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  2. NO puede estar mñas currada, enhorabuena!

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  3. Muchas gracias Sara, 51288 y anónimo, me alegro que os haya gustado.

    Sabina, para mi, es el número 1.

    Saludos.

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